sábado, 2 de noviembre de 2013

Seamos sinceros

Estoy acojonada.

Estoy al borde de una auto combustión, el bulto de mi pecho ya no puede ahogarme más, no puedo pasar una sonrisa por mis labios. 
Cada palabra, cada segundo, cada estúpida intriga me duele y me mata un poco más. 
Tengo la sensación constante en mi pecho de que te vas a ir, por muy mal que estés y mucho que yo te entienda tú no consigues entenderte y realmente me estás matando, no tú, el echo de no poder hacer que estés bien. Hay veces que una discusión es una tontería y se dicen cosas en caliente que... bueno, llamémoslas terremotos prácticamente. 

Si, una vez mas es por una frase de menos de seis palabras por lo que ahora mismo apenas puedo estarme quieta, no sé que hacer ahora mismo, no se si quedarme tumbada recomponiendo lo que quede en mi, mentalizarme para lo peor, irme corriendo a cualquier lado y perderme esperando una palabra tuya o ir a tu ventana y verte una ultima vez con una lágrima y un ''no te vallas'' en mis ojos.

Realmente quiero salir corriendo y no volver hasta saber que vas a alegrarte por ello, no ser la molestia en la que sabia que me iba a convertir y supongo que me he convertido, quizá no. Quizá te despiertes y me saludes, quizá me digas que olvidemos todo o simplemente lo ignores, las tres ahora mismo me harían muy feliz...

No te vallas. Por favor. No otra vez.

Ly.

1 comentario:

Venga anda, di algo, que me siento solica.