lunes, 3 de marzo de 2014

Hey Carlos.

Hola, soy Hanabi, prodriamos describirme como la fase dulce de la tripolaridad enfermiza de Lydia, te lo voy a explicar:


Lydia se divide en tres partes, yo, que soy su fase bolita, gatito, cariñosa, ella que se pasaría el día entero en la cama mas blandita del mundo simplemente mirando al cielo que la misma imaginaria en el techo de su habitación, soy esa parte a la que nunca volverán a permitir salir en público, y no me extraña, el que pueda verme (y el que lo consigue) acaba en la misma situación que tú.

Luego está Konan, que es la que te frena, te habla fríamente, se guarda los sentimientos y llora por todas nosotras hacia sus adentros, la mayoría de las veces cuando está rodeada de gente. Si por ella fuera se pasaría el día en una esquina temblando deseando no ser ella misma, pero eso ya no entra en su cabeza y prefiere soportar el nudo en la garganta a ver a otra persona que no sea ella sufrir.

Y para acabar está Lydia, que es una cría en toda regla, asustada continuamente, incapaz de hablar en voz alta mas de la cuenta, increíblemente pesada, se ilusiona con facilidad y prefiere mil veces quedarse en casa o estar fuera de ella rodeada de gente a tener que pensar. Esta chica tiene un miedo general a los humanos, no soporta que se le acerquen por que se le hace imposible no quererse encoger y salir corriendo. Es la que regula nuestra manera de hablar, si por ella fuera hablaría siempre en verso y de vez en cuando soltaría un desvarío que no viniera a cuento con poco mas que el pretexto de necesitar un vaso de agua.

Primero aparece Ly en la mayoría de los casos, luego Konan para evitar que se acerquen, luego Ly y a ultimas drásticas yo, demostrando de nuevo el por qué tanto Lydia como Konan me odian, demuestro esa debilidad que hace que asta el mas borde quiera protegernos del primer huracán que llegue.

No vamos a arriesgarnos a que nadie sufra por nosotras ni a sufrir por nadie más. Lo siento.